Las llamas devoraban un edificio en París cuando un hombre, sin equipo ni protección, decidió jugarse la vida.Trepó por la fachada y uno a uno rescató a un bebé, dos niños y dos adultos atrapados en un departamento en llamas. Los bomberos llegaron después, pero el verdadero milagro ya había ocurrido: un héroe anónimo que convirtió el miedo en esperanza.